¿Pagarías 2.000 dólares por un kilo de gelatinosa mezcla de plumas y saliva? Para asombro de Occidente, millones de chinos lo harían encantados ya que los nidos de golondrina son una exquisitez muy demandada por aquellos lares. Como confesó en 1890 un diplomático francés a nuestra marquesa de Parabere, la sopa de nido de golondrina “(…) tiene el aspecto y sabor de una mediana sopa de tapioca. Pero los chinos no conciben un banquete sin ese manjar tan costoso como preciado… por ellos”. La pregunta está servida: ¿por qué son tan caros los nidos de golondrina?
¿Por qué son tan caros los nidos de golondrina?
Ni la más despiadada partida de póker en un casino de Hong-Kong puede compararse con los duelos en busca de nidos de salangana -prima oriental de nuestro vencejo- que se libran en la costa tropical china. Sus habitantes escrutan las grutas valorando cuándo trepar hasta el techo para recolectarlos. Si alguien se precipita y aún hay crías en el nido, el infeliz habrá acabado con la “gallina” de los huevos de oro, pues la salangana buscará otra cueva el próximo año. Los retrasos salen aún más caros, pues cualquier vecino podría hacerse antes con el nido. No obstante, el precio más alto que se paga en las grutas es la vida de los recolectores: lamentablemente varios mueren cada año. El riesgo que corren y la escasez de los nidos explican en parte su cotización en el mercado.
¿Cómo se cocinan los nidos de golondrina?
Extraídas las minúsculas plumas con pinzas, los nidos –saliva de salangana solidificada- se sumergen en agua fría una noche antes de cocerlos tres veces al vapor para limpiarlos. Ya listos, los nidos se secan y envían a los mercados. La mayoría se emplean en la mítica sopa de nido de golondrina, aunque los más golosos los prefieren glaseados con azúcar. El sabor de los nidos recuerda -¡cómo no!- al pollo, aunque sobre todo se valora su textura gelatinosa y unas propiedades revitalizantes que incluyen –¡cómo no!- el aumento del vigor sexual.Seguro que lo has adivinado: sus supuestas propiedades afrodisíacas son la clave de por qué los nidos son tan cotizados en China…
P.D. Esta entrada está dedicada a mi hermano Suso, a quien debo tanto las fotos –tomadas en un famoso restaurante de Hong Kong- como la confirmación de que la sopa de nido de golondrina es deliciosa. Nada me ha dicho del vigor sexual, pero para confirmar leyendas así busca mejor en otro tipo de blog….
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Digo yo que dónde esté un plato de lentejas … te dejes el plato y te zampes el contenido, claro. Mira don Suso, que no busca nidos más cercanos. Por el Tajo a su paso por Madrid ¿no? Un abrazo
Como haya que pagar las lentejas al precio de los nidos de golondrina… ¡va a ser más barato hacer el puchero con caviar! No sé si las golondrinas, aviones y vencejos europeos hace nidos comestibles. ¡Es cuestión de probar! Saludos.
El post es viejo, si el sildenafil o equivalentes no han reducido tu ritmo cardíaco o respiratorio, y aceptas pagar el «S&H» te puedo enviar algunas muestras de nido. siempre y cuando compartas liga a video con los resultados.
Aplica para todos y todes quienes lean este post.
como siempre, muy atinado e interesante el artículo. un saludo muy afectuoso desde México.
Muchas gracias por tu mensaje, José Ángel, aunque tal vez lo que más aprecio es que leas el blog desde mi queridísimo México, donde pasé tres inolvidables meses en el 2000 y desgusté alguno de los platos más maravillosos que jamás he probado. Un afectuoso saludo.